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viernes, 29 de junio de 2012

No hay ambiente para tramitar otra reforma judicial en el Congreso

No hay ambiente para tramitar otra reforma judicial en el Congreso

Luego de la rechifla que vivió en la plenaria de la Cámara, el ministro del Interior, Federico Renjifo, se fue al Senado. Carlos Ortega / EL TIEMPO

División de opiniones respecto a legitimidad de este legislativo para un nuevo intento.

Luego del hundimiento de la reforma de la justicia -con 117 votos en la Cámara y 73 en el Senado-, por cuenta de los 'micos' que le colgaron en la conciliación, el Gobierno y el Congreso coincidieron ayer en que se perdió "una gran oportunidad" para atacar los problemas de la rama. Y, al parecer, no hay ambiente ahora para hablar de un nuevo intento. (Lea todos los detalles sobre el escándalo de la reforma de la justicia)

Atacar la congestión judicial y la impunidad, implementar la doble instancia en el juzgamiento de funcionarios con fuero e incrementar los recursos de la justicia eran problemas urgentes que pretendía superar la reforma.¿Cuál es el camino para solucionarlos? (Lea: 'Mi responsabilidad era que la reforma se archivara': Mininterior)
 

El presidente Juan Manuel Santos, que durante el último año destacó la urgencia de tramitar normas para hacer frente a estas dificultades, asumió "una cuota de responsabilidad" por el fracaso de la reforma, pero dijo que se debe mirar hacia adelante. "Tenemos que aprender de esas lecciones y seguir", anotó.

El propio ministro del Interior, Federico Renjifo, reconoció que no está "estudiado el mecanismo" para solucionar ahora los problemas de la justicia. Y la posibilidad de recurrir de nuevo al Congreso divide las opiniones de los mismos parlamentarios. Por ejemplo, el representante del Partido Verde Alfonso Prada fue enfático en afirmar que el Legislativo "quedó en un estado de ilegitimidad muy grande para tramitar una nueva reforma judicial".

Esta postura es respaldada por el senador liberal Juan Manuel Galán, que cree que la tarea es para el próximo Congreso. "Se requiere una renovación del mandato del Congreso de parte de los ciudadanos en las próximas elecciones", agregó.

Para implementar medidas como la doble instancia en el juzgamiento de aforados o eliminar el Consejo Superior de la Judicatura y darle vida a un nuevo órgano que administre los recursos de la justicia, necesariamente se debe recurrir a una reforma constitucional que haga tránsito por el Congreso. (Las 10 lecciones que deja el escándalo)

"No veo ninguna vía; todas están absolutamente cerradas y taponadas con derrumbes inmensos y de varias toneladas de rocas. Esa llave se tiró al mar", afirmó el jefe conservador, Efraín Cepeda.

Pero otra cosa piensa el saliente presidente del Congreso, el conservador Juan Manuel Corzo. (El escándalo visto a través de las caricaturas de EL TIEMPO.)

Dijo que a, pesar del traspié de la reforma judicial, el actual Legislativo tiene "la legitimidad necesaria" para darle trámite a una iniciativa que enfrente los problemas de la justicia.

También el próximo presidente del Senado, Roy Barreras, cree que el Congreso tiene legitimidad para abordar una nueva reforma.

"Se cometen errores, pero la tarea no puede quedar sin hacerse y será este Congreso el que la cumpla", agregó.

El hecho es que la lucha para sacar adelante la hoy fracasada reforma judicial duró 10 años, y la eficiencia sigue siendo el talón de Aquiles de la rama. Según un informe de la Contraloría, la justicia arrastra una congestión de 2,9 millones de procesos, mayor que la de hace 10 años en casi 500.000 procesos.

Ese informe señala, además, que la productividad promedio de un juez colombiano es siete veces menor que la de uno de los Estados Unidos.

Crisis dejó malheridas las relaciones entre Congreso y Gobierno

El resquebrajamiento de las relaciones del Congreso con el Gobierno, a raíz de lo ocurrido con la reforma de la justicia, quedó claro ayer con el desplante hecho al ministro del Interior, Federico Renjifo. Las plenarias de Senado y Cámara se negaron a escucharlo tras el hundimiento del proyecto.

La tensión en las relaciones fue más evidente cuando la Cámara en pleno lo abucheó, luego de que el presidente de la corporación, Simón Gaviria, le diera la palabra. Tan pronto Gaviria pronunció el nombre de Renjifo, los más de cien representantes presentes explotaron en una silbatina que obligó al ministro a devolverse cuando se dirigía hacia la tarima principal.

Los golpes en las curules, los gritos y los silbidos de los congresistas precipitaron el fin de la sesión y en cuestión de segundos el recinto quedó desocupado.

El sorpresivo cierre de las sesiones extraordinarias en la Cámara obligó a la mesa directiva del Senado a actuar para evitar que se repitiera allí el boicot contra el funcionario, y resolvió no darle la palabra.

A juicio de varios legisladores, la relación que se había empeñado en construir el presidente Juan Manuel Santos con los cinco partidos que conforman la coalición de Gobierno sufrió un duro golpe.

Los cuestionamientos vinieron desde el mismo partido de gobierno. El senador Carlos Ferro, de 'la U', pidió analizar la manera como el Gobierno "ha abandonado al Congreso en muchos de los temas y cómo ha sido indolente frente a las necesidades de los colombianos".

"Que el Gobierno asuma sus responsabilidades a través de sus ministros", pidió el congresista.

También Roy Barreras, codirector de 'la U' y futuro presidente del Congreso, afirmó que la coalición de gobierno "tendrá que saber que sus iniciativas tendrán que ir a las bancadas de los partidos, porque es allí donde reside el poder original".

Y su copartidario Manuel Enríquez Rosero, alfil del expresidente Álvaro Uribe, habló de "profundas heridas" en las relaciones del Congreso con el Gobierno.

Por el lado de los conservadores, el presidente del partido, Efraín Cepeda, dijo que su colectividad apoya las tesis de Santos, pero advirtió que "temas como la reforma tributaria salen heridos de muerte".

En términos parecidos se pronunció Alfonso Prada, representante del Partido Verde. "Las relaciones quedan con pronóstico reservado", dijo.

Finalmente, el senador liberal Camilo Sánchez cuestionó que "el Gobierno se lave las manos cada vez que tenga un problema y descargue la culpa en el Congreso".

En el Polo, el representante Iván Cepeda sostuvo que los triunfadores con todo esto son la oposición y los ciudadanos.

El país cree que se necesita una reforma
El 69,7 % de los colombianos es partidario de tramitar una nueva reforma judicial, según una encuesta del Centro Nacional de Consultoría para el 'Noticiero CM&', revelada anoche. Y el 87,3 % considera que se necesita la reforma de la justicia.

Por otro lado, el 56,7% cree que el principal responsable del escándalo en el tema es el Congreso, y el 35,7 % culpa al Gobierno.

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