POCO AVANCE EN EL SENADO
Reforma a la justicia, sin tiempos y con poco oxígeno
16 Oct 2018 - 9:00 PM.
La experiencia ha demostrado que nada hay más difícil, en el ámbito legislativo, que sacar adelante una reforma a la justicia. El pionero en la materia fue el expresidente Alfonso López Michelsen, en 1974, quien impulsó una “miniconstituyente” para ello.
En adelante vinieron numerosos intentos, incluyendo la reforma que se logró mediante la Constituyente de 1991. Y el presidente Iván Duque no iba a ser la excepción. Por eso, en el Congreso avanza, muy lentamente, un acto legislativo que pretende lograr lo que ninguno de sus antecesores consiguió.
Aunque una cosa es decirlo y otra es hacerlo. La prueba de esta dificultad es que ya en el Congreso auguran su hundimiento. Y es que los tiempos empiezan a apretar al Ejecutivo, porque al semestre legislativo no le quedan muchas sesiones y este acto legislativo exige ser aprobado en una primera vuelta (cuatro debates) antes del 16 de diciembre.
Las cuentas, a vuelo de pájaro, indican que si todo el articulado no es avalado a más tardar la otra semana, en Comisión Primera de Senado, los tiempos no le darían y el proyecto naufragaría.
Con el agravante de que el clima en dicha corporación no es el mejor. El Gobierno esperaba que la semana pasada se aprobara en su primer debate la reforma, pero los congresistas ni siquiera iniciaron la votación. Incluso, se había cancelado la plenaria para darle prioridad. Al final, la discusión se extendió hasta cerca de las 5:00 de la tarde y se levantó la sesión. Y este martes retomaron el debate para dar trámite a la votación de algunos impedimentos y proposiciones.
Hasta el momento, los congresistas de la Comisión Primera han aprobado no más de seis artículos de los 39 que contiene el articulado. Y no se han empezado a discutir los temas más complejos de la reforma, como lo son la eliminación de las funciones electorales de las cortes, la reforma al Consejo de Estado o la elección del Fiscal General de la Nación por parte del Presidente de la República.
Eso sin contar que en el trámite del articulado pueden surgir propuestas polémicas, como la de la senadora Paloma Valencia, coordinadora ponente de revivir la inmunidad parlamentaria.
Y es que una reforma de esta naturaleza despierta sensibilidades extremas en las distintas ramas del poder público, que ya se han acostumbrado a las reglas del juego que hoy rigen al sistema político y al judicial. Además, los textos de estas iniciativas requieren debates profundos, pues cualquier variación constitucional puede ser utilizada para sacar provecho político o judicial. Y estas exigencias son las que hacen muy lento el avance de la reforma a la justicia, cuyo principal enemigo es, definitivamente el calendario legislativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario