El
sobreviviente de última hora de la Reforma a la Justicia
Pocas veces se
había visto una oposición tan fuerte a cambiar la Constitución como la de la
Reforma a la Justicia, que fue aprobada por el Congreso a puerta cerrada y con
cambios de última hora el martes en la noche. Una de las principales
justificaciones del Gobierno para la Reforma, a pesar de todo lo malo que
tiene, es que por fin se elimina el Consejo Superior de la Judicatura. Es
cierto, la institución desaparece. Pero deja un gran sobreviviente, el Director
Ejecutivo de Administración Judicial. Durante los próximos meses, Diógenes
Villa será Rey de la Rama.
El Ministro de Justicia Juan Carlos
Esguerra, quien fue el gran impulsor de la Reforma. Le siguen en orden Javier
Zapata, Presidente de la Corte Suprema y Gustavo Aranguren, Presidente del
Consejo de Estado, quienes a pesar de verse beneficiados por la Reforma han
criticado fuertemente la Reforma.
Hoy por hoy a la
Reforma de la Justicia no la defienden ni aquellos que más ganaron con ella.
Por ejemplo, los altos magistrados se ‘ganaron’ cuatro
años más en sus cargos, además de otras gabelas y aún así el presidente del
Consejo de Estado, Gustavo Gómez Aranguren, calificó la reforma como “una vergüenza”.
Incluso los
congresistas, que son los mayores ganadores han tomado distancia: no solo la oposición
del Polo, que siempre criticó el proyecto, sino congresistas de la Unidad
Nacional votaron en contrade la conciliación (como Camilo Sánchez, Juan
Carlos Vélez o Juan Lozano). Varios senadores, como Juan Manuel Galán o Carlos
Ferro, han usado Twitter para recordar que votaron en contra.
Y el Ministro de
Justicia, Juan Carlos Esguerra, quien dijo que la reforma “no llena a todos de
felicidad” ycriticó varios de
sus puntos, se tragó varios sapos para conseguir sus principales
objetivos: darles funciones temporales a abogados y notarios para dictar
sentencias y descongestionar y eliminar el Consejo Superior de la Judicatura,
una figura que los últimos gobiernos habían tratado de erradicar sin éxito.
El Consejo Superior de la Judicatura que era el
órgano encargado de la administración de la Rama desaparece y se reemplaza por
el Sistema Nacional de Gobierno y Administración Judicial, por un lado y el
Consejo Nacional de Disciplina Judicial por el otro. Todas las figuras antiguas
desaparecen. Todas menos una, la del Director de Administración Judicial.
Y no sólo deja a la figura del Director, sino que
deja escrito en la Constitución que permanecerá el director actual. El artículo
transitorio dice:
“El actual Director de Administración Judicial
continuará en el cargo”.
De esta manera, Diógenes Villa, el actual Director
de Administración Judicial, se convierte en el único colombiano que tiene
escriturado su cargo en la Constitución.
La inclusión de
esta figura del Director y en particular la frase que deja a Diógenes había
sido fuertemente cuestionada en los debates, a tal punto que en el séptimo
debate en la Cámara se sacó del texto. Pero el martes en la noche, cuando el
texto iba a ser conciliado en el Congreso, tal como lo contó La Silla, los congresistas sacaron al Gobierno del recinto
y decidieron conciliar a puerta cerrada. En esas horas, misteriosamente, la
controvertida frase volvió a aparecer en el texto final el miércoles por la
mañana.
El Ministro Esguerra dijo hoy que seguramente la
referencia a que el Director “continuará” se refería a que al momento en que se
cree toda la nueva institucionalidad, se designará un nuevo Director. Pero eso
no es lo que dice la frase.
Todos vs. Diógenes
El Magistrado de la Sala Administrativa del antes
Consejo Superior de la Judicatura, Nestor Raúl Correa Henao, no estuvo de
acuerdo con la elección de Diógenes Villa y lo manifestó así en el acta de
elección.
La administración judicial y la ejecución del presupuesto de la Rama necesita un gerente. Ese gerente es quien se encarga actualmente, y se encargará luego de la Reforma, de ser el ordenador del gasto de una entidad que tiene un presupuesto anual de aproximadamente 3,5 billones de pesos.
En el momento de la elección de Villa en agosto de
2011 ya varios sectores habían manifestado que no cumplía con los requisitos
para el cargo y no tenía capacidad gerencial. Diógenes es abogado de la
Universida Autónoma y venía de la Rama Judicial y de la Fiscalía. Pero además
lo tildadaban de ser la cuota al interior del Consejo Superior de la Judicatura
de Camilo Tarquino, presidente de la Corte Suprema para el 2011 y del polémico
magistrado del Consejo Superior de la Judicatura, Angelino Lizcano.
En septiembre de 2011, Elección Visible presentó un
comunicado público solicitando que se revisara el proceso de elección de
Diógenes Villa. El comunicado fue apoyado por doce organizaciones, entre ellas
el MOE, Ámbito Jurídico, Transparencia por Colombia, Fedesarrollo y
Proantioquia. Y explicaba que Villa no reunía las condiciones para ser elegido
Director, puesto que de cinco años de experiencia que se requerían, él solo
estaba acreditando 3 años, 2 meses y 10 días en su hoja de vida.
De otra parte, el entonces magistrado de la Sala
Administrativa del Consejo Superior de la Judicatura, Néstor Raúl Correa,
cuando se eligió a Villa, dejó una constancia en el acta de la elección. Indicó
que a su juicio, era claro que no cumplía los requisitos y que tampoco era el
candidato más idóneo, pero adicionalmente que los votos se movieron a su favor
a última hora.
El poder del
Director Administrativo
Más allá de la inclusión del texto que ordena desde
la Constitución dejar a Diógenes Villa en su cargo y de que ésta hubiera sido
incluida por el Congreso minutos antes de ser aprobada la Reforma, el problema
está en el poder con el que quedará Villa mientras se conforman las nuevas
instituciones.
Tras la supresión del Consejo Superior de la
Judicatura, el tema administrativo y de presupuesto para la justicia queda a
cargo del Sistema de Gobierno y Administración Judicial que se divide en: la
Sala de Gobierno Judicial, la Junta Ejecutiva de Administración Judicial y el
Director Ejecutivo de la Administración Judicial.
Entre las sorpresas de la última versión de la
Reforma que se cocinó a puerta cerrada el pasado martes, el Congreso eliminó la
posibilidad de que mientras se creaban esas nuevas instituciones siguieran
funcionando las actuales, algo que había contemplado la Cámara de
Representantes pero que en la conciliación no se tomó en cuenta.
La Sala de Gobierno está compuesta por los
presidentes de todas las Cortes, un delegado de los magistrados de tribunal y
los jueces y un delegado de los empleados judiciales elegido de acuerdo con el
reglamento de La Sala. El reglamento todavía no existe, luego falta que se cree
la Sala, que la Sala cree el reglamento y que bajo ese reglamento se elija a
los delegados.
Sobre la Junta Ejecutiva por otra parte, dice que
estará conformada por delegados de las tres Cortes. Pero esos delegados tienen
también un proceso de elección que tendrá que darse.
Y ambos, la Sala y la Junta son los encargados de
revisar las decisiones presupuestales del gerente, el Director Ejecutivo de
Administración Judicial-Diógenes Villa.
Tono indica entonces que mientras se crean y a
falta de la norma que el Congreso decidió no incluir sobre un periodo de
transición, será solo el actual Director que “continuará en el cargo”-Diógenes
Villa- quien tome las decisiones.
Lo que dice
Diógenes Villa
El abogado Diógenes Villa es el Director de
Administración Judicial.
“La figura del Director nunca ha existido en la
Constitución sino que fue incluida en la ley de administración de justicia,
pero siempre ha existido alguien que cumple esas funciones,” le dijo Villa a La
Silla y agregó “yo llevo apenas seis meses en el cargo y cumplí con todo el
proceso para mi elección tal como está en la ley, tengo el título profesional,
una maestría en administración de la Universidad Nacional de Colombia y la
experiencia administrativa requerida, y no creo que una entidad de tan alto
vuelo, con los Presidentes de las Cortes y el Fiscal de por medio se hubiera
equivocado en la elección.”
Además, para Villa en el caso de Néstor Raúl Correa
la razón por la que éste se opuso a su elección fue “porque su candidata era
Catalina Velázco, ex jefe de presupuesto y esposa de Eduardo Noriega, quien es
actualmente el Secretario General de Gustavo Petro”.
Para Villa no es claro por qué este artículo que lo
deja en su cargo a pesar de la eliminación del Consejo fue aprobado a última
hora y a puerta cerrada en el Congreso, pero además tampoco lo es el escándalo
en torno a su cargo. “Si bien el presupuesto que se maneja es de 3,5 billones de
pesos, eso solo se ejecuta con la debida vigilancia de los órganos de control y
si se trata de contratos de más de 100 salarios mínimos debe ser autorizado por
la Sala Administrativa”.
El actual Director le manifestó a La Silla que en
su opinión “la continuidad en su cargo es necesaria pues la entidad no se puede
quedar sin representante legal y será la Sala de Gobierno de las Cortes la que
revise el tema presupuestal mientras se crean las nuevas instituciones. Como
está conformada por los Presidentes de las Cortes la Sala puede comenzar a
actuar”.
Finalmente para Villa la persecución frente al tema
se debe a que él es “un hombre humilde y esos cargos están creados para gente
de sangre azul”. “Cuando quieran el cargo yo se los doy” le dijo a La Silla.
Más allá de la
sobrevivencia de la figura del Director y del cargo del señor Diógenes Villa,
en la Reforma no queda claro qué va a pasar con el tema administrativo y
presupuestal, quién lo va a revisar y cuánto tiempo tomará crear las nuevas
instituciones. Lo único claro y lo que deja más preguntas es que en el debate
oculto de los congresistas del martes en la noche, estos decidieron, a última
hora, que el cargo de Diógenes sobreviviera.
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