11 Mar 2012 -
10:00 pm
Cerca de 20 iniciativas tendrán que ser aprobadas
en 22 días
Legislando desde la Casa de Nariño
Por: Redacción
Política El Espectador.COM
La falta de debate sobre las iniciativas que
presenta el Gobierno abre la discusión acerca de la independencia entre las
ramas de poder público.
Que el Congreso en Colombia funciona como un
apéndice del Ejecutivo es una frase que ha venido haciendo carrera, y las
evidencias de que es así son cada vez mayores. Las grandes reformas son
impulsadas por el Gobierno y sus ministerios, la agenda temática es impuesta
por el Ejecutivo y aprobada a “pupitrazo” por los legisladores, la iniciativa
parlamentaria es cada vez menor, los debates de control político son muy pocos
y todo marcha al ritmo que impone la Mesa de Unidad Nacional.
Los debates que deben realizarse en las comisiones
constitucionales y en las plenarias de Senado y Cámara se han trasladado a la
Casa de Nariño, donde el presidente Juan Manuel Santos, ministros y dirigentes
de los partidos que forman parte de la coalición de gobierno deciden qué se
debe ir en las prioridades de debate en el Congreso y cómo deben aprobarse las
iniciativas.
Para el semestre legislativo que inicia, la
situación no será diferente. Son sólo 22 días de trabajo parlamentario y están
pendientes de trámite cerca de 20 iniciativas de origen gubernamental que no
son de poca monta: la reforma a la justicia, la tributaria, a la justicia penal
militar, el marco legal para la paz, la venta de acciones de Ecopetrol, son
sólo algunos de los temas que tendrán que ser aprobados por el Congreso sin
mayor discusión.
El senador Luis Carlos Avellaneda, del
Polo Democrático, manifiesta que “con el modelo actual, el Congreso sobra como
espacio deliberativo, porque las decisiones se toman finalmente en la Casa de
Nariño. En Colombia está operando una especie de mercadeo legislativo en el
cual los parlamentarios, al siguiente día de su elección, entran a formar parte
de un gran partido del que es el Gobierno, y a cambio reciben nombramientos,
cargos, beneficios. Por su parte, el Ejecutivo logra que sean aprobadas sus
reformas”.
Este funcionamiento, explica Mónica Pachón,
directora de Congreso Visible, “es normal en los sistemas presidenciales, donde
el Ejecutivo conforma coaliciones para trabajar de manera conjunta en el
trámite de las grandes reformas, y la efectividad o el verdadero valor del
Congreso se ve en las modificaciones o aportes que se le realizan a la
iniciativa original del Gobierno. No tiene mayor sentido la presentación de
proyectos de ley que finalmente no van a tener trámite”.
Sin embargo, la
preocupación entre los congresistas por la poca posibilidad de imponer las
iniciativas parlamentarias es creciente. El presidente del Senado, Juan Manuel Corzo, advierte
que “nosotros sabemos que tenemos un compromiso importante con las reformas del
Gobierno, pero estamos mirando cómo logramos incluir los temas de iniciativa
parlamentaria, que son igualmente importantes. Para eso vamos a discutir en el
interior de cada bancada, porque no podemos dedicarnos sólo a discutir lo que
nos propone el Gobierno”.
Para el senador Juan Carlos Vélez, del Partido de
la U, la Mesa de Unidad Nacional “es el mecanismo por el cual el mandatario nos
propone los temas y nosotros en el Congreso los refrendamos; para eso está el
sistema de bancadas. Lo que sí es evidente es que ha faltado crítica, y eso
podría cambiar este semestre. Yo noto que hay mucha molestia por la decisión
del Gobierno de retirar de la reforma a la justicia el fortalecimiento del
fuero militar. No sé hasta qué punto podrá darse una manifestación de
independencia frente a este tema”.
En el Gobierno son conscientes de la resistencia
que se viene generando en el Congreso frente a la reforma a la justicia y la
tributaria. Según pudo conocer El Espectador, un grupo importante de
parlamentarios manifestará su desacuerdo con los anuncios que ha hecho el
Gobierno a través de los medios de comunicación.
“Vea usted: el retiro del fuero militar de la
reforma a la justicia lo hizo el ministro en una rueda de prensa sin que
nosotros nos enteráramos. El contenido de la reforma tributaria lo conocimos
por una entrevista del ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverry, a la
revista Dinero. Ellos no están contando con nosotros, hacen anuncios como si
fueran órdenes”, advirtió un parlamentario.
Para limar asperezas y encarrilar la agenda
legislativa, el presidente Santos citó a la Mesa de Unidad Nacional a una
reunión el próximo miércoles. Allí se discutirán los temas a tratar en el
Congreso y, nuevamente, será el mandatario quien dicte la última palabra, tal
como lo ha hecho en el pasado en el marco de debates de iniciativas como la
reforma política, la de las regalías y la Ley de Víctimas y Restitución de
Tierras, que habían generado resistencia en el Congreso, pero, luego de un
encuentro en la Casa de Nariño, fueron aprobadas sin mayores complicaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario