12 Mar 2012 -
10:44 pm
Recomendaciones del Congreso para la justicia
Vuelve
el supertribunal en reforma a la justicia
Por: Felipe
Morales Mogollón. El espectador.com
Se
mantendrán las funciones nominadoras de jefes de los organismos de control en
las altas cortes, pero se implementará un estricto régimen de inhabilidades.
En la Comisión Primera del Senado iniciará el
trámite de la segunda vuelta de la reforma constitucional a la justicia, que
tendrá cambios sustanciales en su contenido. /Ángel Vargas - Senado
Dos modificaciones sustanciales tendrá la reforma a
la justicia en la etapa final de su trámite en el Congreso. Así lo decidieron
los senadores y representantes de las comisiones primeras de asuntos
constitucionales, luego de un encuentro en el que concluyeron que es necesario
crear un tribunal para el juzgamiento de todos los funcionarios aforados y que
las funciones nominadoras de las cortes se mantendrán sólo bajo un estricto
régimen de inhabilidades, esto con el fin de evitar la politización de la
justicia.
La decisión de retirar las funciones nominadoras
fue el principal motivo para que las cortes se marginaran del debate de la
reforma a la justicia y afirmaran, de forma categórica, que la intención de
fondo del trámite de la iniciativa era buscar revancha por las decisiones que
se han tomado desde la Corte Suprema de Justicia contra los parlamentarios
investigados en los procesos de la parapolítica.
Sin embargo, el
ministro de Interior, Germán Vargas Lleras,
enfrentó esas críticas y aseguró: “El proyecto original del Gobierno planteaba
retirarles a las cortes las funciones nominadoras para evitar la politización
de la justicia y que los miembros de la rama jurisdiccional se dediquen a su
función: impartir justicia”.
La propuesta de
los congresistas va por el mismo camino. Según explicó el coordinador de
ponentes en la Cámara, el representante Orlando Velandia,
“se mantendrá la función nominadora, pero estableciendo un estricto régimen de
inhabilidades para los magistrados y evitando el tráfico de influencias, el
nepotismo y la politización de la justicia. Queremos desatanizar la función
nominadora de las cortes”.
El senador
conservador Eduardo Enríquez Maya
manifestó que “la nominación no se podría modificar porque violaríamos el
principio de consecutividad al no haber abordado el tema en el Senado durante
la primera vuelta del trámite de la reforma. No obstante, es necesario que
ningún funcionario aforado que tenga que ver con la elección de miembros de los
organismos de control pueda recomendar a familiares, y así acabar con el
nepotismo”.
La otra propuesta surgida del encuentro de
parlamentarios es la creación del “supertribunal de aforados”, donde serían
juzgados el presidente de la República, el vicepresidente, los congresistas, el
fiscal general, los magistrados de las altas cortes, el procurador general, el
contralor general y los magistrados del Consejo Nacional Electoral. En este
tribunal se garantizaría la doble instancia para el juzgamiento de
parlamentarios, tema sobre el cual se han planteado varias fórmulas que no han
resultado satisfactorias.
Para el coordinador de ponentes en la Cámara,
“todos los dignatarios en Colombia deben tener un tribunal que los juzgue, para
que nadie se quede por fuera de la revisión de la justicia frente a sus
actuaciones. Proponemos una sala especial de instrucción y juzgamiento para la
primera instancia. La segunda instancia será en la Sala de Casación Penal de la
Corte Suprema de Justicia”.
Enríquez Maya explicó que el perfil de los miembros
de este tribunal será muy alto: “Para acceder a este cargo es necesario llevar
20 años de ejercicio profesional, tener mínimo 50 años de edad, y el retiro
forzoso será a los 70 años. La idea es que la magistratura sea un fin y no un
medio, para que quienes cumplan la misión sagrada de administrar justicia no
salgan con las sentencias bajo el brazo a hacer política, como ocurre en la actualidad”.
Velandia explicó que este tribunal ayudará a
mitigar el enfrentamiento entre las ramas Jurisdiccional y Legislativa, que se
han hecho más evidentes con el trámite de la reforma y la decisión de la
Comisión de Acusaciones de abrir investigación contra más de 200 magistrados
por presunta responsabilidad dentro del denominado carrusel de las pensiones.
Además, se superaría la impunidad reinante en los
procesos contra magistrados de las altas cortes y el presidente de la
República. En los 20 años de existencia de la Comisión de Acusaciones de la
Cámara de Representantes nunca se ha dictado sentencia por los comportamientos
irregulares de estos funcionarios y este tribunal legislativo ya es conocido
como la “Comisión de Absoluciones”.
El acuerdo entre las comisiones primeras de Senado
y Cámara sobre el contenido de la reforma es un avance sustancial pues, señalan
los congresistas, llegarán con posiciones depuradas al debate para hacerlo más
ágil y evitar sustanciales diferencias entre los textos a conciliar al
finalizar el debate legislativo.
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